«Para mi amigo más leal, sincero y desinteresado. Mi papá»
¿Quién mejor que nuestros papás para enseñarnos sobre la vida y sus distintos caminos, la gente, los peligros y cómo podemos cuidarnos de ellos, a explorar el mundo, a mojarnos, despeinarnos y ensuciarnos, a ser felices?
Son nuestros padres los que se convierten en nuestros mejores compañeros de juego, los mejores escuchas, los que tienen los más sabios consejos, son quienes nos liberan, guían y acompañan.
Un papá flexible y cercano, es capaz de equilibrar a sus hijos, de enseñarles de forma constructiva sobre las normas y reglas de la vida, es alguien que genera certeza y seguridad. Un papá presente en la vida de sus hijos les ayuda a desarrollar una base y una plataforma de confianza y autoestima; como consecuencia, facilita el desarrollo de la creatividad, la autonomía y la seguridad.
Tener una relación positiva con papá, genera uno de los más grandes bienestares y satisfacciones a largo plazo. Y por si fuera poco, nos ayudan a tener más habilidades sociales, a que nos vaya mejor en la escuela y aprovechemos más lo que vemos en la jornada escolar, pero sobretodo, estar cerca de nuestros papás en la infancia nos fortalece para sobrellevar las situaciones difíciles de la vida.
Si eres un padre y estás leyendo esto, gracias por involucrarte, por preguntarme cómo estoy, por jugar conmigo, gracias interesarte por mis cosas, gracias por ser mi papá.
Escrito por: Staff de Montessori de Metepec