Hoy, 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad, resulta relevante hablar de por qué el Método Montessori ha sido llamado a través de la historia la pedagogía del amor.
La Doctora María Montessori, fundamentó su trabajo en la observación, en la experiencia y también en el conocimiento; algunas de sus influencias fueron los trabajos de Froebel, Eduardo Séguin, Pestalozzi y Jean Itard, este último creía firmemente en que a los niños no aprenden con imposiciones, sino con respeto.
Mientras que Pestalozzi sostenía que el profesor debe ser una persona altamente preparada incluso espiritualmente y también alguien que ame su trabajo.
Dice mucho de la Doctora Montessori que las personas a las que ella admiraba tuvieran ideas tan elevadas sobre la educación de los niños. Montessori tenía una forma particular de entender al amor; nos enseña que es siempre a través del respeto, de la escucha, de la empatía, en confiar, en brindar libertad pero con responsabilidad, en poner límites y estructura.
Amar, para Montessori es despertar el espíritu del niño y después proporcionarle los medios para desarrollar ese despertar. Nosotros en Montessori de Metepec no podemos estar más de acuerdo y queremos agregar que amar, es cuidar a los niños, proteger su personalidad, luchar por sus intereses, acercarles el conocimiento del mundo y enseñarles a apropiárselo, guiarlos, ayudarlos a crecer, ser siempre sus aliados, escucharlos y darles veracidad. Para nosostros, como para la Doctora Montessori, amar empieza por el respeto.